Sólo tiempos de almendreros en flor

Hay mucho que agradecer a la joven tierra volcánica su providencial cobijo y a las lluvias que dan vida, aun con irregularidad, a las sementeras más inhóspitas.

Muchos factores benefician el pletórico advenimiento que puebla a Tenerife del maravilloso árbol del almendrero. Pero falta uno: el factor humano. Es casi generalizada la poca a atención que se presta a los almendreros. Un sector que tuvo una gran impronta en la producción agrícola de la isla a finales del  siglo XIX, que ha sido clave en la agricultura de subsistencia de comarcas tradicionalmente áridas del suroeste y medianías altas del sur de Tenerife y que últimamente ha reducido su notoriedad solamente a su espléndida floración.

Además de alguna iniciativa institucional, como el proyecto de Recuperación de frutales de secano (Higuera, tunera y almendrero) del suroeste de Tenerife, auspiciado por el Área de Agricultura y Desarrollo Rural del Cabildo de Tenerife, la presencia de la almendra del país está presente cada vez menos en la repostería local. Las empresas reposteras, mayoritariamente artesanales, recurren a la almendra de importación para elaborar sus productos y el consumo de la almendra local sin transformar también ha decaído notablemente.

Los hábitos sociales y culturales que han sustentado la transmisión de conocimientos dentro del ámbito familiar, y que tanto ha ayudado a mantener las señas de identidad de los pueblos también ha afectado a la cultura del almendrero. De esta manera, las recetas gastronómicas tradicionales no van encontrado relevo en sus celebraciones consuetudinarias. Cada vez son más inusuales los rituales de recogida, majada, los usos de la leña o de la cáscara para el fuego o para dar consistencia a los noveles suelos volcánicos.

Sólo tiempos de almendro en flor. Cada inicio de año, las medianías se tiñen de rosa y blanco para brindar espléndidos paisajes de almendrero en flor, especialmente en años de mucha lluvia como el otoño de 2013. Esto lleva a miles de personas, residentes y turistas, a visitar las zonas de cultivo. Indudablemente esta actividad de turismo activo puede generar algunos recursos económicos, principalmente en el sector de la restauración y en las empresas de senderismo, además de promocionar los entornos más vinculados a las zona de floración, como son el Valle de Santiago del Teide o Arguayo y cada vez más otros lugares de la isla como las medianías altas de Fasnia, Vilaflor o Granadilla. Pero es principalmente Santiago del Teide quien destaca en cuanto a visitas al almendrero en flor, gracias a la agradecida presencia de árboles en la zona y a la iniciativa de promoción de la visita a los mismos desarrollada por el gobierno municipal.

Iniciativas como la Feria de la almendra, que cada año se lleva a cabo en Aripe, Guía de Isora, o la Recogida de la almendra en Vilaflor, que se realiza con personas que voluntariamente recogen la almendra para destinar los beneficios de su venta a una acción solidaria, ayudan a promocionar la imagen de la cultura de la almendra. Se apuntan nuevas iniciativas a nivel empresarial, como la creación de paquetes turísticos temáticos. Es el caso del que recientemente comenzó a desarrollar el Hotel La Casona del patio, en Santiago del Teide, vigente para todo el año y en el que se muestra al visitante las huellas de la almendra en la cultura local y la brillantez de su cultivo en cualquier momento de su evolución anual.

Pero es necesario dar un paso más, quizá habría que buscar soluciones para facilitar el acceso a los almendreros para su aprovechamiento no solo “visual”, mejorando los caminos de acceso y revalorizando las propiedades de la almendra del país. De esta manera, su precio de mercado podría ayudar a cubrir los costes de un aprovechamiento artesanal, lejos de los sistemas de explotación intensiva, mecanizada y “subvencionada” de los que disfruta la almendra de importación. Las propiedades organolépticas, la impronta paisajística casi siempre vinculada un entorno volcánico joven, el legado gastronómico y las señas de identidad con las que la almendra tiñe al sur y suroeste de Tenerife, hacen merecedora a la misma de una marca de identificación propia, que ayude a su revalorización y puesta en valor.

Mientras las entidades correspondientes realizan esta labor de reconocimiento y aprovechamiento de los almendreros de Tenerife, la fracción humana que puebla el territorio podrá seguir disfrutando de los magníficos tapices que brinda el almendrero en flor. Y de cualquier manera, siempre podrá quedar este árbol emblemático como un motivo de inspiración para poetas, poetas que en alguna ocasión, y ante la obligatoriedad de buscar el sustento para la familia aún allende los mares, pudieran haber brindado la belleza del almendrero a sus sentimientos más profundos:

Bajo el almendro del amor te acompañarán mil flores pintadas en el cielo,

sutilezas blancas y rosas que brillarán para ti.

Recuérdame, prenda, junto al calor del almendro, y así

el viento será mi abrazo y sus flores, tras cadencioso vuelo,

libarán tu cara como si fueran mis besos.

               

Juan Antonio Jorge Peraza, 10 de febrero de 2014
INOLVIDABLE AMIGA, UNA LUCECITA EN EL PORÍS (ARICO)
 
Personas que nos acompañaron siempre como un regalo, no pueden desaparecer porque la naturaleza haga cumplir el ciclo de la vida como un imperativo tajante e inflexible. Su recuerdo queda en nosotros y al final somos un poco de cada una, quedamos impregnados de su excelencia, Maruca ha significado eso para mi, la fragancia de un ser prodigioso que al morir se ha quedado en  mi, humildemente bañado de su luz. Poeta, pescadora, intelectual, amable, artista y buena. Buena donde las haya. Siempre guardaré el recuerdo de sus llamadas a media tarde cuando yo dejaba mi figura dinamizando en los campos de Arico y con cariño me invitaba a degustar sus viandas de la orilla: lapas, pulpos, alguna viejita. Era el mayor pago a un trabajo que ya enriquecía opíparamente a mi espíritu. Maruca era el poema a la deidad y al pescador, a lo sublime y a los rincones de su Porís del alma. Ella era un bello poema.
Que suerte he tenido por haber disfrutado de amistades que, por su edad,  pudieran haber sido mis padres. Juntos hemos conseguido superar las barreras de la edad o de la experiencia, del respeto fingido o impuesto, para enarbolar la amistad limpia, sincera, en la que no hay edad, no hay tiempo, sólo una energía que te une como diría mi amigo del alma, Padre Diego, la amistad es una electricidad.
Me preocupa que las generaciones jóvenes y futuras del Porís no sepan de Maruca, que no la recuerden como la última pescadora que se enfrentó a la norma, que reivindicó con su gesto el ancestral encuentro con la pesca artesanal, con aires de subsistencia, con maneras sostenibles, como evocando las ancestrales normas de los ciclos y vínculos entre las especies que pueblan el planeta. Como la poeta que no tenía rubor ni reprimía, con una inmensa dignidad, sus sentimientos más profundos y que en manera de versos, se inmiscuían en el aire salino y fresco del Porís.
Volver a este espacio siempre será una evocación de una gran amistad, que no ha muerto, porque en ella crezco, como los tarajales, henchidos de sol y de brisa.
En la sensación de un eterno encuentro, en El Porís, a 17 de mayo de 2013
 
Maruca escudriñaba la vida como a los charcos.
Maruca besaba cada mañana el mar,
su piel era de sal, sus ojos
                                   de eterna añoranza.
Entre los bufaderos, los bajíos,
era eterna juventud desafiante de las olas.
Refugio de la amistad y del compromiso,
de la ilusión y del arte, bondadosa y cabal.
 
Luz de los navegantes, refugio eterno, El Porís,
amable corazón al pairo,
del que dijera el poeta: “siempre nos queda El Porís”
 
Entre  la magia de los brillos al sol,
la quietud de un muelle sobrio y antiguo,
los paisanos bregando en su liñas,
un horizonte canarión y hermano;
entre las redes que abrazan su historia, Maruca,
siempre estarás tú.
Escudriñando pulpos, esperanza, cariño
            ¡todo para regalar!
Tu corazón es El Porís, Maruca,
pescadora de orilla, inolvidable amiga,
hermosamente sencilla, como sólo son
los seres de cristal.”
                                                                                

Homenaje al Proyecto de Recuperación del Camino Viejo de Candelaria. Tenerife


“Caminos rotos enlazando gritos del alma

 nos acercan los brillos de un tiempo ausente.

Heridas perpetuas en un vivir sin rumbo que no se van,

porque eres tú, somos nosotros.

Y siempre queda el camino.

Para marchar o quedarse, pero siempre es el espacio

que define los tiempos, las decisiones.

 

El amor, el sueño, el apego, la ausencia.

Los caminos son todo y el encuentro.

Rotos o plenos, pero siempre llenos.

 

Causas para la esencia, recodos

donde guardar silencios, donde abrigar los corazones

al amparo de los muros, perpetuos viandantes;

al amparo de las convicciones

los caminos son causa, la pausa

para acrecentar el espíritu.

Son el momento quieto para mirar la flor,

el desliz hacia la profundidad

donde se escancia el alma.

 

Sobre caminos rotos cimbrea indeleble la fusión de las huellas.

Y sólo los lagartos, las tabaibas,

las piedras te  miran fundiéndote en la sorpresa de los siglos.

Los extraños se cruzan, cada uno en su tiempo,

cada cual en su inercia vital,

pasajeros de su vida sobre caminos rotos,

a veces más, o menos rotos, pero siempre caminos.”

Homenaje al trabajo de revalorización del Camino Viejo de Candelaria. 30-IV-2013
La mejor manera de recordar a alguien es amar cuanto ese espíritu amó.


  En su libro Lo que me llevé de Arico, Pepe Alonso nos dice: “Cuando salí de Arico era muy pequeño, apenas siete años sin cumplir, pero en mi mente y en mi corazón se habían depositado muchas cosas. Se creó un pozo que dio peso a mi vida y que siempre me ha acompañado. Cuando rebusco en mi inconsciente, analizo mis raíces o limpio la sangre de mis venas, allí está la torre de la Iglesia, la calle de la Estopa, Tabaibarril, y la Virgen de Abona. Por mucho que quisiera barrer los recuerdos de mi vida y purificar la urdimbre de mi existencia, siempre estará latente lo que me llevé de Arico”…

  Quiero agradecer en primer lugar el que nos hayan dejado participar en esta entrañable ceremonia para rogar por la paz eterna de Pepe Alonso, así a como a todas las personas que hoy nos acompañan y desde luego a sus amigos y familiares, por haber delegado en mi el que muestre en nombre de todos nuestro sentimiento de tristeza por este acontecimiento. Abusando de esa confianza me atrevo decir que no venimos a llorar por alguien que ha muerto, creo que venimos a celebrar el que Pepe, con su muerte, nos ha hecho más grandes. Ya lo hizo al compartir su vida con nosotros, creo que uno de los mayores lujos que podremos disfrutar sus amigos y familiares ha sido el de compartir proyectos con él, reírnos con él, llorado.. Pepe era una fuente inagotable de encuentros, ideas, ilusiones…Creo que esa riqueza que nos dejó tenemos la obligación de compartirla con sus queridos paisanos de Arico.

  Pepe nos dejó textos maravillosos, que mostraron con holgura la profundidad de su reflexión, la capacidad de vincular dos mundos no siempre cercanos, el espiritual y el tangible, este último más cercano a todos y muchas veces agreste a muchos. Pero yo quiero pensar que el que salió de lo más profundo de su corazón fue el que dedicó al pueblo que le vio nacer: Lo que me llevé de Arico. En él se unen la experiencia y sabiduría de un ser prolífico, un intelectual de primer orden, con la de los recuerdos de infancia, con los recuerdos que llevan imágenes y olores, caricias y desgarros, ilusión y tiempo que se perdía con gusto, porque se tenía y derrochaba. La infancia para Pepe no terminó nunca porque siempre en su pensamiento, en su agenda, desde cualquier perfil de su segunda tierra, la isla hermana de Gran Canaria, allí estaba Arico.
  Pepe dice: “Yo me fuí muy pequeño de Villa de Arico. Fué aún sin salir el sol, cuando el camión cargado de muebles arrancó desde la plaza y dejamos a mi abuela llorando delante de la iglesia. Nos perdimos en las vueltas de la carretera y un grupito de pañuelos en manos amigas nos despidieron desde el “Riscoelmuro” cuando dimos la última vuelta frente a las lomas de los Aricos. Nos ubicamos en el pueblo más alto de Gran Canaria: Artenara. Desde allí se divisaba perfectamente Tenerife en su falda sur con los Aricos acostados en la ladera que caía al mar.”

  Pero su evocación del tiempo que vivió en Arico ya muestra los aires de un ser que derrocha ternura, un infinito amor por el prójimo; y así, su evocación de Arico ya marca los tiempos de una literatura sincera, cercana, que pone en valor a la persona sobre todas las cosas, y eso dice mucho de un ser de espíritu universal, progresista, generoso. En ese homenaje a un tiempo y a una vida, Pepe hace referencia a su querido Tabaibarril, al Portal de Don Norberto, la Escuela de Don Francisco, a un montón de espacios, momentos, seres que Pepe siempre idolatró como persona que crece por dentro continuamente, alado en una humildad infinita.
  Pepe dice:“La historia de los pueblos se suele narrar a partir de los acontecimientos de relieve, desde los protagonistas de rango y abolengo, desde los logros de los héroes o desde las derrotas de los importantes. Desde esta perspectiva quedan fuera muchos aspectos de la vida que no entraron en la categoría de “históricos” o que no fueron calificados como fundamentales por los especialistas de turno. Los que perdieron la jugada en el casino del mundo quedan en la penumbra detrás de los bastidores”.
 Su legado nos hace ser ciudadanos del mundo, respetuosos con los demás pueblos, abiertos a otras culturas y amantes de la nuestra, a la que se nos hace obligatorio conocerla, quererla, y así, compartirla.
  Nos dice:“El gran reto es abrirnos a los que llegan, sin perder lo propio y que los que se acercan a nosotros nos aporten su riqueza cultural sin disolverse en lo nuestro. Esta mezcla creará una identidad nueva que no tiene por que perder los valores fraguados en otras épocas”.
 
  En este encuentro en el que queremos compartir el recuerdo inolvidable de Pepe no podemos olvidar su especial sentido del humor, socarrón y espontáneo. En sus letras fundiera las nuevas tendencias de esta sociedad en la que vivimos con lo más tradicional de nuestra cultura, y lo hace con crítica y sorna a la vez, es decir, con contundente elegancia.
  Sobre la Navidad nos recuerda:“No cantaron por las calles las parrandas de “Lo Divino” y los chiquillos estaban prendidos de lo que les podría traer Papá Noel que dicen que entró por la chimenea, incluidas las casas que no tienen chimenea. . Se abrieron los regalos en torno al árbol y en algunos hogares se había discutido si se hacía o no El Nacimiento. En el Portal de la Iglesia no estaba Rebeca ni Nicomedes, ni Sara. Ninguno de la época. Los recluyeron en un trastero un largo tiempo y desaparecieron. El niño de la cunita es otro, de pasta, nuevo y con ojos de cristal. S. José el mismo de siempre pero con un turbante al estilo de los que se ponía Arafat. La Virgen del Rosario siempre incondicional con su pañal calado, pero hecho en China.”
 
  Pepe no nos dice adiós, porque su espíritu está en nosotros, su luz nos seguirá acompañando. Ha significado para todos los que lo conocimos un maestro labrante de la fe cristiana, también para los que, como él decía, llevan el ateísmo de una forma verdaderamente cristiana. Con su ejemplo mostró sobradamente como el cristianismo es una actitud, donde siempre debiera existir el diálogo, el respeto, la coherencia o la ternura. En este momento triste porque físicamente Pepe no está entre nosotros, hemos de decirle que lo tenemos claro, tomamos su testigo y actuaremos con toda la lealtad que se le debe a un maestro, de la manera en la que nos enseñó, con humildad y contundencia, pero sobre todo con la ilusión de alcanzar su fragancia, ese agasajo que, como una eterna sonrisa, brindó siempre a quienes cruzó en su camino.
 
  Para terminar esta humilde manifestación de cariño, solo nos queda reconocer la certeza de un ser singular, coherente, intelectualmente radiante y humanamente simple como el aire, para recibir, como una brisa leve, alguno de sus profundos y sabios pensamientos:
  “Que no dejemos de ser niños para soñar, para creer unos en otros, para vernos tal cual somos, para dejar de sufrir, para vivir de otra manera. Estamos en un mundo demasiado adulto. Dejar que nazca y sonría en nosotros el niño que llevamos escondido. Y desde este recuerdo del pasado nos dispongamos a construir futuro con el nuevo barro que se pone en nuestras manos”

En Arico, a 21 de noviembre de 2012




HOMENAJE A LA TRILLA DEL TANQUE 2012
A volandas del trigo vuelve el bullicio a la era. A la “refatiña” por los frescales, la infancia se revuelve, como la mar, que siempre vuelve. Como un pasaje interminable, las yuntas van pasando, a vueltas de la era con elegancia, a su paso. En un abrigo de espigas se arropa el viento, y asido del belgo retoma fuerzas, se yergue y vuela al cielo. Nos vamos al Tanque a vivir la trilla; como lo hicieron antes: amigos, madres, abuelos, mezclando ilusión y cansancio, como espigas nobles también nacidas de la tierra.  En la apuesta del pueblo tanquero por mantener sus señas de identidad, la recreación de la trilla se hace un año más, como homenaje a los que no están y a los que vendrán luego, cumpliendo esta tarea como simples y acérrimos protagonistas de su tiempo. Éste, este tiempo en el que se va diluyendo una forma de vivir, unas maneras que en ocasiones eran duras y hermosas, este encuentro une personas y naturaleza. Los protagonistas de hoy son el eslabón que hace de clave en el acercamiento al mañana. Este año la Trilla del Tanque se abre e invita a muchos agricultores de otros lugares de Tenerife, para que también la vivan como suya. Que no falte alegría, porque este acto es un brindis con el sol y la concordia, con los pueblos y con la humanidad que los une.
HOMENAJE A LA SIEGA DE ICOD EL ALTO 2012. LOS REALEJOS
El sol rayando en el Arenal de Joco nos acompaña.

Un haz platino, fino, una promesa de cielo limpio y aire caliente para quebrar los tallos emblandecidos por el sereno de la noche. Un hatillo de alisios parece llegar desde la hondura del océano empujándonos por los caminos del Mazapé. Hay que llegar antes que la claridad a las huertas. Sería un deshonor llegar con el sol en el cielo, aunque la siega no empiece hasta que sus brazos nos apabullen con su calor lento, pesado.
Los niños van a cuestas, sorteando los vaivenes del camino y del sueño, que no se quiere ir, aunque ya la vida se despertó temprano. Van a cuestas de sus unicornios alados sobre albardas de oro y centeno. Los niños van medio dormidos en la ilusión de llegar a los mares de trigo, para jugar sobre la paja vencida. Sutilmente, “a rabodeojo” escudriñan las armas de sus mayores; hincadas al refajo, espadas curvas, esquivas, serán luego hacedoras del milagro del trigo.
Los ojos puestos en el Teide, majestuoso perfil en los confines de La Corona, acrecentado en misteriosa sombra del amanecer, vamos subiendo en una calma rítmica y constante. Vamos al encuentro de otras gentes; de la familia que viene a ayudarnos en la siega, según Padre desde hace siglos, de los vecinos a los que también habrá que ayudar cuando sus espigas renuncien a su estacional romance con el viento.
En la Siega de Icod el Alto, su gente va siguiendo las huellas de lo que fueron siempre: un tropel de vida sobre los llanos de la siembra, como la simiente, la luz, como la lluvia…
Texto para el Homenaje a los mayores durante la fiestas de Taucho.

GRACIAS ES UNA PALABRA INSUFICIENTE


¿Por qué insuficiente? Si es sincera ya es importante; si es a media voz, sirve; si es a gritos también. Siempre agradecer es virtud de gente noble. Podemos dar gracias a la vida por ser tan hermosa, a Dios, por su magnificencia, a quienes nos rodean, por su humanidad.

Alguien dijo que se empieza a envejecer cuando se deja de aprender y posiblemente sea verdad; nos pasamos la vida aprendiendo, voluntaria o involuntariamente. Pero hay una parte de ese proceso que suele tener un recuerdo tierno, inigualable, la que nos une a nuestros abuelos y abuelas. Normalmente es una unión entrañable, quizá porque son dos partes de la vida de una persona que suponen un cambio: una está en el tramo inicial y la otra al otro lado; hay algo mágico en ese encuentro.

Si nos centramos en el tiempo que nos toca, en estos inicios del siglo XXI donde se desarrollan tantos cambios en la sociedad en la que nos tocó vivir, hay procesos que ya no volverán, porque la tecnificación o los modelos sociales y económicos van cambiando. Hay herramientas para vivir, formas de desarrollarse, espacios donde crecer, que nunca volverán a ser iguales. Eso no nos debe provocar tristeza porque es la evolución de la humanidad, no es más ni menos drástica, sólo es una parte en el proceso evolutivo.

Ahí es donde llega nuestra reflexión de que la palabra “Gracias” es insuficiente. Es poco gesto para quienes propiciaron el paso de la lucha férrea y muchas veces dolorosa, con sobresaltos, con injusticias, a veces con penas y angustia, a un tiempo mejor, a un espacio más tolerante, a una forma de vivir más confortable. Y son esos seres a los que a veces llamamos mayores, a veces viejos, en otra suerte, cuando se tiene el placer de tenerlo: abuelo. Son esos seres los que propiciaron el cambio en nuestro entorno más cercano. Son ellos los que hicieron más leve el camino que antes era de piedra y cansancio; le pusieron firme o le pusieron comodidad. Son los que mantuvieron encendidas nuestras señas de identidad, para que no perdamos el rumbo de hacia dónde vamos, para que no olvidemos la luz de dónde venimos. De ahí los aires de parranda, el espíritu de la vecindad, el agasajo al prójimo, al que siempre se llamaba “buen cristiano”. En el ensueño de los mayores ha viajado el espíritu de nuestros aborígenes o la melancolía de quienes cambiaron de tierra buscando el sustento. Y así llegaron a nosotros: en forma de cuento, de coplas, de leyenda, pero sobre todo de actitud.

Aunque no es suficiente para agradecer tanto esfuerzo y tanto amor por modelarnos y prepararnos para el tiempo que vino después, hoy en Taucho, en nombre de todos los hijos, hijas, en nombre de todo el pueblo de Adeje, queremos reconocerles el bien que nos han hecho. Han sabido transmitir la nobleza como el más firme legado, los oficios, como pasajes del vivir cotidiano, el amor a una tierra agradecida y ágil, desde los ribetes del mar hasta la cumbre tinerfeña, espacio que sube veloz remontando Ichasagua, espacio abierto a mil culturas donde nadie es extraño. Quizá sea así porque alguien propició esa forma de ser, cosmopolita y valiente, honesta y transparente.

Por tantos ratos de tertulia, por ser nuestros mejores modelos, por tantas referencias que nos han dado, que no sea la voz, que sean los corazones de quienes hemos crecido en este espacio entrañable, que es Adeje, quienes les devolvamos sólo un poquito de tanto amor como ustedes nos han regalado.

                    Juan Antonio Jorge Peraza. Taucho, 22 de junio de 2012



Muestras Gastronómicas de Tenerife. Arico. La Miel. Ruta de la miel el día 13 de mayo

El Ayuntamiento de Villa de Arico y Turismo de Tenerife, a través del Club de producto Saborea Tenerife, pone en marcha la tercera edición de la Muestra Gastronómica de Arico, que tiene como producto estrella la miel. Desde el 1 y hasta el 30 de mayo, se podrán encontrar recetas gastronómicas elaboradas con miel en los 17 restaurantes y tascas participantes en esta actividad a lo largo de todo el territorio ariquero. Paralelamente se realizarán talleres sobre elaboración de miel, actividades con niños para que conozcan un poco más sobre ese producto que caracteriza al municipio y que fue aprovechado desde la época aborigen en la zona, de ahí el que la colmena figure en el escudo heráldico del Municipio. Dentro de la línea de Saborea Tenerife de combinar la gastronomía con la cultura y las tradiciones, el día 13 se realizará una Ruta de la Miel coordinada por la Asociación de Apicultores de la comarca, realizándose en la zona de El Bueno, en los altos de Arico. A lo largo de esta actividad se darán a conocer la zona de asentamiento de los antiguos “corchos” elaborados con madera de drago, palmera, pino, etc y distintos procesos en la recolección y tratamiento de este preciado producto, que además se podrá degustar como colofón de la actividad. Esta iniciativa combina el conocimiento del uso ancestral de la miel y la habilidad y buen hacer de los actuales restauradores del Municipio, por lo que son un exponente perfecto de la filosofía de este proyecto, Saborea Tenerife, que combina ambas tareas en un intento de diversificar y enriquecer la experiencia turística de quienes visitan la Isla. El número de teléfono de información para la participación en la Ruta de la Miel y del resto de actividades de la Muestra es el 922768177 (Agencia de Desarrollo Local de Ayuntamiento de Villa de Arico).

Navidad 2011

Hola Juveniles, amigos, amigas, gente cercana a la que cuento, como fieles confidentes, lo que pienso, lo que hago, que hago sólo por el espacio donde me ha tocado bregar, esta isla maravillosa, Tenerife, múltiple y mágica, diferente y al fin y al cabo también por este globo multicolor, cada vez más pequeño, que nos acoge.

Me anticipo al saludo navideño porque llegado a él sólo acontece desear buenos tiempos, prosperidad e ilusiones que a veces sólo son actitudes convencionales que sirven para rellenar cualquier compromiso, compromiso que no asumo porque quizá lo convencional se me antoja lejano al corazón.

Me anticipo porque sé que hay muchas personas que ven esta Navidad con tristeza, sin ilusión, sentimos que nos han robado algo y no es justo. Sólo nos han robado una forma de vivir que no era verdaderamente nuestra, que sirvió para enriquecer a unos pocos, una situación que deriva de la naturaleza humana, la de una élite que domina y la del resto que padece. No es justo y el día a día se hace difícil, la incertidumbre tensa los nervios y te olvidas del encanto de besar a tus hijos, lo más importante, lo más maravilloso que nos habrá dado la vida. Este tiempo nos quita la sonrisa que siempre será ese encuentro simple y universal entre todos los seres humanos. Por eso me anticipo a los saludos navideños convencionales, porque pienso que quizá ahora podamos recuperar lo que perdimos, la esencia de las cosas, el espíritu inigualable de la familia o de la amistad, la vecindad, la solidaridad sincera.

Quizá es hora de mirar qué le falta a quien más cerca tengamos y seguro que tendremos algo que compartir. Ya no importan los grandes regalos, las sorpresas que cada año aumentan porque si no fuera así dejarían de tener consistencia. Sólo importa vivir, llegar hasta la próxima llamada de la subsistencia. Esa es la situación de muchísimas personas cercanas, vecinas, con las que hemos compartido el saludo y la soledad, creo que ha llegado el momento de compartir el compromiso. Creo que hay que tirar de los vínculos que nos unen para intentar hacer más agradable la vida de quienes nos rodean.

En este nuevo rumbo sí hay verdaderos motivos para acercarse, nada convencionales, sólo básicos, sólo simples motivos que hablan de desconsuelo, de incertidumbre, de lo que tuve y no tengo, de lo que puedo dar. No sabemos a dónde nos llevará este modelo de sociedad donde ha primado la economía en las relaciones, donde ha prevalecido la ostentación para decir lo que soy. Quizá haya que volver a definir a las personas por cómo piensan, cómo sienten, cómo actúan.

Esta Navidad es diferente, no porque las mesas vayan a estar más vacías, sino porque las cualidades más hermosas de las gentes han de llenar todos los huecos, porque la generosidad ha de ser el mejor deseo para el nuevo año, porque el cariño ha de ser el mejor regalo, como lo ha sido siempre, aunque hayamos enseñado a nuestros niños y niñas a medir el tamaño de nuestro corazón según haya sido el de la cartera. No perdamos la ilusión del villancico, con Dios o sin él, sólo con el agasajo que propicia el encuentro con la vecindad, con la excusa de regalar alegría a quien cree no necesitarla y a quienes, a falta de otra cosa, seguro que la felicidad la encuentra en lo más sencillo, porque los espíritus grandes se hacen de actitudes, no de oropeles ni de lujos que la eternidad no reconoce.

Un abrazo, como siempre, y un por favor con el compromiso, con la vida que nos han regalado y con los seres donde nos podemos mirar, a los que siempre seremos básicamente iguales.

En Guía de Isora, diciembre de 2011

Juan Antonio Jorge Peraza

7ª edición de "Al Paso de la Cumbre"




Actividad de rescate etnográfico que muestra cómo se circulaba por los caminos y senderos de Canarias hasta mediados del siglo XX. Se realiza con más de cincuenta personajes que muestran distintos oficios y actividades actualmente en desuso. Para ello se incorporan enseres, aperos de labranza, animales de carga, ataviados con la ropa habitual en la época representada. Se realizan tres escenificaciones iguales el mismo día, cada una en tres municipios diferentes. Al finalizar la última escenificación, en el Mercadillo del Agricultor de Santiago del Teide se representa el Trueque, que supone el intercambio de mercancías sin mediación de dinero, algo habitual en esa época.



Volvemos a pasar la cumbre

Con esta actividad de rescate etnográfico podemos ver cómo nuestras generaciones pasadas dibujaron su red de senderos en el territorio, buscando la forma de vivir y desarrollarse en un entorno a veces difícil. El vulcanismo reciente, las sequías, son múltiples las características de estas islas que han condicionado a sus habitantes, por lo que se ha ido conformando un carácter emprendedor, austero y a la vez receptivo y amable.

Un exponente de ese trasiego de personas, animales, aperos de labranza, relaciones comerciales sin mediación de dinero, la vinculación a los ciclos agrícolas, ganaderos, apícolas, pesqueros, etc, tiene lugar cada año, desde hace siete, en los Municipios de Garachico, El Tanque y Santiago del Teide.

Hemos pasado la Cumbre un año más, con el mismo entusiasmo y respeto por las personas, animales, por el espacio físico, por los sentimientos, de quienes la han pasado durante siglos. En cada época de una manera, en diferentes condiciones, pero siempre con la inquietud de desarollarse, de compartir, de crear. Esta actividad es un homenaje a todo ello. Cada vez se nos incorpora más gente menuda y ya lo viven con el respeto que merecen quienes reciben este reconocimiento; esa incorporación es el mejor homenaje, porque significa que estamos transimitiendo a nuestros sucedores los valores culturales que nos definen, les estamos marcando un rumbo, quizá esa es nuestra principal misión como padres y madres, guiarles hasta que puedan alumbrarse con su propia luz.


En Santiago del Teide, el 30 de octubre de 2011
Juan Antonio Jorge Peraza

Poema a las mieles de Canarias

Ahondar en las mieles de Canarias es como viajar a un universo de sensaciones. Así, se confunden el sabor de lo añejo con la brisa de los barrancos, o el roce de la lluvia acariciando pétalos multicolores.

El color coñac nos embruja con una fuga hacia las bodegas de ancestrales olores y tapices de telarañas viejas y nuevas,…, silenciosas.

Evocan las mieles el murmullo de tiempos infantiles, los del preciado tesoro dormido en alacenas idolatradas, sencillos cofres de generosidad y dulzura.

Las mieles de Canarias son sólo los brillos de un grandioso tapiz donde cada punto, cada grano de color es un homenaje a la vida. Millones, incontables viajes de amor llegar y vuelven, giran, revolotean en un tiempo incesante.

Las abejas dibujan el gesto más generoso del universo, el que hace renacer la flor más diminuta, el que nace del néctar de vegetales madres y crece en manos sabias humanas, laboriosas.

Juan Antonio Jorge Peraza


IX Feria de La Almendra "La Gran Majada", en Aripe (Guía de Isora)



Feria de repostería de la almendra del sur de Tenerife. Asisten los reposteros y reposteras artesanales del sur de la isla para mostrar y vender sus productos, principalmente relacionados con la almendra. También se escenifican estampas costumbristas relacionadas con las labores agrícolas de la almendra, como el vareado o la majada.

Existen problemas de aparcamiento en el núcleo de Aripe, ...por lo que se recomienda el acceso desde Guía de Isora casco mediante taxi o a pie, existiendo una distancia de aproximadamente 2 kilómetros en pendiente de dificultad media. El sábado, a partir de las 10 :00 en el Auditorio Municipal de Guía de Isora, hay una charla sobre la « Recuperación de la almendra en el Suroeste de Tenerife », a cargo de D. Juan Miguel Saavedra y a las 11 :00 hay una mesa redonda sobre el futuro del cultivo de la almendra.

Fecha de realización: domingo 23 de octubre de 2011, de 10:00 a 17:30 horas
Plaza de San Pedro. Aripe. (Guía de Isora)



Teléfonos de contacto:
Ayuntamiento de Guía de Isora (922850100) y 00 800 100 101 00 Call Center. Turismo de Tenerife



Organiza: Asociación Agrícola Los Poleos, Ayuntamiento de Guía de Isora, AA.VV Aripe y Turismo de Tenerife
Colaboran: Area de Agricultura y Desarrollo Rural del Cabildo de Tenerife, Ayuntamientos de Vilaflor, Adeje y Santiago del Tedie, Bodegas Bilma, COAGISORA, Tenerife Rural y Cit Sur

Taxis: ADEJE 922714462. GUÍA DE ISORA 922747511. SANTIAGO DEL TEIDE 922861627. ARONA 922791364


podcast de Radio Isora:

Recogida de la cochinilla en Buzanada




Vídeos de Amazonas Film (Manuel Mora Morales):



Video de Wahlsten Björn:



Nuestra gente está volviendo a coger la cochinilla. No como hacíamos el año pasado, como una actividad de rescate etnográfico, lo hacen por necesidad. Casi nos dejan sin rengues, los criaderos que se ponen para que la cochinilla se reprodruzca con fuerza. El año pasado desempolvamos los rengues para mostrar cómo se vivía hasta hace no muchos años, desgranando los recursos que el territorio nos daba, aprovechados con orden, en el espacio apropiado, no en cualquier espacio. Recursos que se trataban con mimo, para que durasen. Ya eran pocos recursos para tanta gente. Además, en esta tierra suelen haber pocos dueños y muchos asalariados, por lo que simplemente, era duro vivir.

Espero que no tengamos que salir a buscarlos de nuevo fuera del terruño isleño. Y sé que lo que hay, en bruto, no nos sirve para que todos vivamos. Hay que revalorizar, transformar. Hemos tenido algunos años para formarnos, para viajar, para aprender de otros errores y para pensar relajadamente en los nuestros. Ahora es el momento de ver si lo hemos aprovechado, de ver si somos capaces de aprovechar el territorio como lo hacían nuestros antepasados: en lo abrupto para vivir, el llano para trabajar, el mar para crecer como seres sensibles y libres, como son los hijos e hijas del océano.

La sensación que a veces produce el habitar en una isla se suele ver recompensada por una audaz imaginación, a ver si la agudizamos para que este espacio pueda ser el hogar que queríamos para quienes nos sucedan. La Recogida de la Cochinilla es un homenaje a todos, a los que la trabajaron y ya no están, a los que han vuelto a ella para poder vivir cada día, para los que recogimos cochinilla ese día y para los que nos acompañaron con su pensamiento. Un abrazo.



en Buzanada, el 3 de octubre de 2011


Juan Antonio Jorge Peraza

Recogida de la almendra en Vilaflor



El sábado 24 de septiembre nos reunimos en Vilafor para "apañar" almendras, luego las venderemos en la Feria de la Almendra, en Guía de Isora, el 23 de octubre, y el dinero que se recaude será para un hospital que fundó el Hemano Pedro en Guatemala, para los amigos de fuera de Canarias, un cabrero del sur de la isla que dedicó su vifda a ayudar a la gente pobre de ese país. Apostamos por la solidaridad y a pasamos un día genial en la naturaleza chasnera con su buena gente. Hubo algunos caballos para disfrute de los chicos y de los no tan chicos.

V Encuentro de Siega Tradicional en Icod el Alto




El domingo día 7 de agosto se celebró una nueva edición de la Siega Tradicional en Icod el Alto, Municipio de Los Realejos. Esta actividad surgió del trabajo de desarrollo rural iniciado desde el Cabildo de Tenerife con la intención de premiar a la población de los altos de Tenerife por su trabajo en la conformación del paisaje agrícola de las medianías del norte.

Cultivado sobre todo de cereal, papas o millo, el paisaje agrícola del norte de Tenerife encierra un pasado de mucho esfuerzo que ha derivado en una cultura amplia y muy interesante sobre variedades, modalidades, habilidades y un largo dosier de cualidades en torno al manejo agrícola y ganadero que se ver reflejada en innumerables terrazas y zonas cultivadas que caracterizan al norte tinerfeño como un tapiz vegetal cambiante y peculiar.

En esta nueva edición se mostraron las habilidades de los segadores de Los Realejos, La Laguna, El Tanque, Granadilla y Arico, algunos de los espacios donde todavía quedan personas dedicadas a esta actividad. Es un acto festivo y también demostrativo, no sólo sirve de homenaje a esta actividad ancestral sino que muestra algunas especificidades en torno a la cultura del cereal, como son los aperos de labranza.

Turismo de Tenerife apoya esta actividad en cuanto que las señas de identidad forman parte del reposicionamiento que caracteriza la gestión turística de la Isla, reconocida en su Plan estratégico de Desarrollo Turístico en plena vigencia, donde la revalorización del paisaje antropizado y la cultura local son un elemento imprescindible para fidelizar a los visitantes que arriban a la isla en busca de una experiencia turística auténtica.

En el acto se realizaron exhibiciones de la siega, el amarre del cereal, la carga de los animales, la llegada del avituallamiento, todo ello en el marco inigualable de la Finca las Cuchillas de Icod el Alto.


Imágenes de la actividad:



La trilla tradicional en Arico (2009, 2011)

Rafael me aclaró a mí, “un estudiado” de La Laguna, por qué es necesario mantener las tradiciones cuando me dijo que él plantaba trigo para que sus hijos supieran de dónde venían. Qué expresión más impresionante. Una persona con muy pocos estudios y que te dé la explicación de una labor tradicional que significa paisaje, cultura, identidad, ecología, amistad, gastronomía, familia.

Yo pienso que puedo tener cansados a mis amigos con invitaciones a trillas, siegas y múltiples formas de encuentros con la tierra y puede parecer que estamos atiborrados de esas actividades. Realmente son pocos, para lo que fue en el pasado, muy pocos los encuentros con la cultura del cereal en esta isla, y parece que estuviesen ahí de toda la vida cuando realmente hace quince o veinte años se estaban extinguiendo. El proceso natural de las labores agrícolas dedicadas al cereal ha ido decayendo en Tenerife a una velocidad atroz, y desde hace una quincena de años ha rejuvenecido gracias en buena parte al rescate etnográfico.

Rafael no trilla para que lo vea nadie, en su trilla no va nadie a sacarse fotos; cuando él planta sabe que nadie va a ir hasta “los terrenos” a ayudarle salvo sus amigos o la familia, pero él lo tiene claro. Quiere que sus hijos crezcan con la modernidad que le corresponde a su tiempo y quiere que no pierdan de vista la forma de vivir que definió a su familia, algo así como una decena de hermanos en plenos altos de Arico. Allí sí eran benditos el trigo o las papas.

Tuvo la suerte de elegir una compañera de viaje que le permite a Rafael dar cabida a su idealismo. Tanto mérito tienen Rafael, Carmelo y Fermín, los tres jóvenes que aún siembran y trillan cereal en la banda sur de Tenerife, como las madres de sus hijos. Curiosamente ninguno vive de esta actividad, pero les ocupa buena parte de su tiempo libre, porque no es sólo sembrar, segar, acercar la parva a la era, trillar o aventar, también es el cuidado de los animales (según ellos, “los bichos comen todos los días”), es el estiércol en volandas para alimentar la tierra…

No sé hasta cuándo aguantarán, no sé si será más fuerte el empuje de la globalización sobre los niños, o la ilusión de tener unas vacaciones como las de de otros compañeros de estudios, todo el verano en la playa o pegados a “la pley”. No sé cuándo se cansarán sus parejas de escuchar al regreso del trabajo: “me voy a dar vuelta al ganado” o a buscar un apero que se rompió el año pasado y que tiene que estar listo para la trilla. No sé qué pasará cuando los muchachos ya estén “en edad de merecer”, si sus parejas asumirán el idealismo de Rafael.

Todo esto que pasa por mi magín cuando estos “ilusos” y extraordinarios amantes de la tierra me avisan para que les acompañe a “sus trillas”, es por lo que no dejo de ir como sea, ellos saben que los "estudiados" de la capital no vamos a ayudar, sólo quieren que vayas, que les acompañes un rato, invitarte a un vaso de vino, que les veas volar sobre el trillo de las bestias en un viaje que se hace inmenso en su mundo. Es el viaje que emprendieron hace muchos años, desde que nacieron y en el que viajan día tras día por la ilusión de que sus hijos vean de dónde vienen y para que dibujen su futuro con la armonía y coherencia que sólo da el apego a la naturaleza.



en El Bueno, 1 de agosto de 2009
Juan Antonio Jorge Peraza




Imágenes de la trilla en "El Contador" (julio de 2011):



Un espacio sin tiempo: Teno

Todavía los riscos parecen repetir los ecos de una cultura enigmática e idolatrada, el mundo guanche, que penetró en las cuevas, en los volcanes mudos y en los corazones de los canarios que llegaron después. Otros llanos, otros muchos espacios se rompieron y con ellos parece escindirse su presencia; pero en Teno, en el enigmático Teno, la magia aborigen todavía cimbrea como espigas en un verano desdibujado.

Pero no todo es misterio en este paradisiaco lugar. Paradisiaco es hoy, porque las necesidades básicas de sus pobladores están cubiertas con bastante dignidad. El agobio vino antes, la soledad no siempre deseada, la amargura de dolores no compartidos, la realidad de sentirse un espacio ausente dentro de una isla. En Teno el aire puede mostrar heridas de otros tiempos, el paisaje puede hablar de mucha rabia contenida, de cansancio antiguo, de mucha labor incesante de natura horadando natura.

Seguro que cada generación vio un Teno diferente, una renovación de juveniles sueños, una visualización de paraísos cercanos cuando el amor atemperaba naufragios, una irrupción en la quietud de los millones de años de escorrentía, porque el ser humano puede crear o negarse, pararse en la dignidad o ser limpio en la osadía.

Las personas de Teno tienen lo normal de cada etapa de lo humano, la inocencia infantil, la juventud díscola y limpia, la templanza o la resignación, pero tiene algo especial, tiene la fuerza que le contagia el alisio casi constante sobre llanuras altas del Teno llano y alto, de los pastos y los riscos. Vienen aladas de la ilusión que sube desde un abismo hasta las crestas más firmes y afiladas. Tienen el sosiego del valle escanciado en la calmada vertiente, vestigio de palmas y volcanes.

Por toda esa energía que se esconde en cada rincón de Teno es posible encontrar siempre nuevos proyectos, valores que vinculan lo ancestral y lo moderno, lo seguro y lo eficaz, la producción local y el visitante. Solo falta encontrar el cauce facilitador de las sinergias, el diapasón que marque la armonía entre la ley y lo necesario.

Es un gran orgullo, para quien se precia de ser dinamizador del mundo rural en Tenerife, el poder encontrar jóvenes que han marcado una línea en su vida donde compaginar el sustento con la tradición, el sueño con el recuerdo. Y así, la restauración de unos puede ser de calidad, elaborada, creativa y cosmopolita, pero puede sustentarse con los tesoros de la huerta cercana, con el sabor ancestral que hiciera excelso un condimento diminuto. Es un orgullo poder encontrar jóvenes que cada día tocan el espacio que llenaran sus antepasados con el arte del pastoreo: vueltas y vueltas de las cabras sobre ancones y pasos, tocando el cielo a un milímetro del vacío, altivas y díscolas sobre los frontones.

Son jóvenes que viven así y son felices, y también vuelan en internet, y como los jóvenes, pueden ser indecisos o rebeldes, pero nunca faltan a su cotidiano encuentro con su sueño, a su compromiso con una forma de vida simple y diferente.

Este hallazgo podría repetirse en cualquier lugar de la isla, pero quizá en Teno tenga otra relevancia, porque aquí es difícil superar las adversidades, y superarse, es para ellos es una meta y es tangible. Teno está lejos de casi todo lo que suele ser necesario, pero quizá por eso sea una tierra capaz de crear seres especiales, gente abnegada y necesaria, seres de cristal que nos muestran la magia que nos va faltando.

Ecos del magín que dedico a los amigos del Patamero, al joven cabrero Alexander y a Pierre Myrand, un gran museólogo que “se enamoró de la antesala de su paraíso, Teno”.
En Teno, el 13 de julio de 2011
Juan Antonio Jorge Peraza

Carboneras en Vilaflor, 2011

El pasado fin de semana se desarrolló la VII edición de la Muestra Gastronómica de Vilaflor de Chasna y la escenificación de las “fogueras” (elaboración de carbón vegetal de forma tradicional). Por séptimo año se realiza la Muestra gastronómica local dedicada a la papa blanca en Vilaflor de Chasna, este año con la variable añadida de la salud como tema complementario. Consistió en la elaboración de alguna receta gastronómica elaborada parcial o talmente con papa local que permanecerá en los menús de los restaurantes de este municipio adheridos a la muestra desde el 11 al 24 de julio. El domingo día 17 a las 12:00 se desarrolló el acto central de la Muestra con la concurrencia de todos los platos elaborados en el albergue Municipal El Salguero por Juan Carlos González, que fueron degustados por el público asistente. Ese día se abrió la carbonera y a lo largo de esos días previos hubo charlas, juegos infantiles, diversos talleres y actividades de interpretación del patrimonio, con especial relevancia los cuentos relatados por Kike Savoie y la observación de las estrellas y la luna gracias a la excelente interpretación de Juan Vicente Ledesma (Teide Astro).

Gracias a la gente de Vilaflor y a quienes se acercaron a compartir esta entrañable actividad. Gracias a toda la gente que ha publicado fotografías, a quienes realizaron y a quienes disfrutaron de los talleres, a los compañeros de vigilia, a la gente que cocinó para la muestra, a los que nos dejaron este hermoso legado...

Un abrazo

En Vilaflor, el 17 de julio de 2011
Juan Antonio Jorge Peraza


Imágenes de la carbonera:



Imágenes de la Muestra Gastronómica:

Sosiego y fuga, en Tenerife

La Isla es un continuo crepitar de espuma y aire. Es un arraigo de amaneceres: dorados con la tarde, verdes en el milagro de la flora, radiantes en la esperanza de cada pueblo en su arribo.

Destellos de misterio nacen desde la penumbra de la aborigen morada, pétrea y silenciosa, escaramuza de la hidalguía que vistieran barrancos, vegas o peñascos. Desde la isla brotan ecos multicolores de andanzas lusas, normandas o castellanas. Cimbrean venas de norte antiguo, se yerguen sones de frugal cadencia, de ritmo veloz y joven, americanos sones de acento limpio y latino.

Esa es la isla de las nieves y los desiertos, una piel diversa, volcánica y lánguida, crepuscular y amante, terruño prieto de sentidos que viajan al alma, con sus paseos te besa, con el alisio te abraza y en un atardecer cualquiera ya te cautiva en su lava.

Tenerife, espacio de sauzales, lagunas y jarales, de furnias, de valles de luz, de otras islas pequeñas, bajas e irreverentes hacia la vertical angostura.

Viajar en la Isla es la desazón de la cordura. En ella juegan tabaibal y laurisilva, palmeral y pinares, arrorrós y folías.

Cuando se aquieta el día y el sol se fuga lentamente, la fuerza de lo diverso misteriosamente se disfraza, parece adentrarse en los bucios a bailar y el aire queda en silencio.

Después de perderse en el bullicio multicolor del día, la tarde es suave y mágica en Tenerife, quizá ese sea el mejor tiempo y rincón para encontrarse.

Sobre el Océano Atlántico, el 26 de junio de 2011
Juan Antonio Jorge Peraza

Topito y Pablo

Les anexo un cuento infantil, con el que hemos homenajeado a Pablo García, un maravilloso ser que se dedicó a recuperar topónimos y mostrárselos a quienes tenían el privilegio de su cercanía. Me ha ayudado en su redacción mi chiquilla, Isabel, con sus dibujos que saben a la fragancia que solo genera la niñez, Topito y Pablo. Aviso a navegantes osados: en Fasnia no hay topos, tampoco los topos hablan. Un fuerte abrazo





(Para Pablo García, que siempre nos estará guiando con sus topónimos)

Érase una vez el camino, una fuente, una caldera, que no es la esposa del caldero, ni su novio, ni su hermano. Es la caldera.

Érase una vez el camino, una fuente, una caldera, que reunidos en la caldera, hablaban con los pájaros sobre una historia que alguna vez dejó una lechuza en el aire de la caldera, que ya habíamos dicho que no era la esposa del caldero, ni su novio, ni su hermano. La caldera era donde vivían el camino, una fuente y los pájaros. En ella vivía mucha gente, muchísima; vivían árboles, caracoles, luciérnagas, lombrices...

Pero en esta historia que vamos a contar sólo estaban los tres amigos que nombrábamos al principio: el camino, la fuente y la caldera.

Parece ser que hace mucho tiempo, muchísimo. Era muchísimo para las mariposas, porque ellas vivían felices y muy rápido, adornando el campo con sus colores a destellos. Hace tiempo ya, el campo era como lo vemos ahora, con flores, con lechugas, con barrancos llenos de cuevas, de animales pequeñitos y de otros grandes... y había un topo.

¿Un qué?, un trompo, decía la fuente. Que no, que es un soplo, un soplo del aire, un soplo de cuando mi madre me quita las pelusas de la cabeza cuando me meto en la cueva donde hay unas flores blancas con muchos pelitos blancos. ¡Que no!, dijo el camino con mucha energía. Es un topo. Un animalito pequeño, muy ágil, un gran minero. Con sus pezuñas es capaz de hacer kilómetros y kilómetros de túneles. Pasa por debajo de mí como si fuera un tranvía haciendo agujeros, haciendo agujeros.

El topo vivía solo y casi nunca hablaba con otros seres del campo. Yo creo que se sentía feo y por eso se escondía siempre, como ajeno a todo. Hasta que un día haciendo un agujero enorme como una lombriz, con el que pretendía cruzar de lado a lado un barranco, el topo escarbaba y escarbaba y escarbaba, sabía que quedaba poco para llegar a la superficie y aunque le faltaban las fuerzas seguía y seguía hasta que, de repente, vio la luz y pudo respirar con fuerza, con tanta fuerza que aspiró una mosca despistada y estornudó: ¡atchís!

Cuando se recuperó vio una bota, una bota del color de la tierra, con un gusano enorme que hacía curvas y curvas. Y por encima de la bota había otro ser del campo, pero este era enorme, no se parecía a los otros topos, ni a los pájaros, era como un árbol, porque tenía dos ramas y al final de éstas otras ramitas pequeñas.

¡Es un hombre!, dijo el camino, otra vez con mucha energía.

Aaaah, contestaron la fuente y la caldera.

El hombre no se asustó; sin moverse, le dijo al topo muy suavemente: Hola ¿de dónde sales tú?

Su voz era tan suave que el topo no se asustó, siquiera sintiéndose tan feo, la actitud de aquel hombre era tan agradable que no tuvo miedo, ni se enfadó como solía hacer. Era como si lo conociera de toda la vida.

El hombre se presentó: Bueno, tranquilo, yo soy Pablo. Tu salida desde el centro de la tierra es una gran hazaña, eso no lo hacen ni los superhéroes. Se ve, amigo, que eres un gran minero, un valiente minero.

El topo se sintió halagado por los piropos de Pablo y cada vez se iba sintiendo mejor, por fin tenía un amigo. Le preguntó: ¿por qué tienes esos gusanos viajando en tus zapatos? ¿Acaso no saben caminar solos? Pablo le contestó: no son gusanos, son ligas, se abrazan a mis pies para que no se me caigan las botas.

Aaaah,
dijo el topo, medio avergonzado por tremendo despiste.

Pablo se sentó junto al topo y empezaron a hablar, hablar, y hablar. Cada uno decía algo de lo que tenían alrededor y el topo, que antes siempre hablaba mal de todo, poco a poco fue reconociendo cosas hermosas de lo que tenía delante, contagiado por Pablo, que veía todo bonito, aunque solo fueran piedras, o un árbol caído, o una caldera, que ya dijimos que no era la esposa del caldero, ni… ¡Ya!, ya sabemos lo que no es. Pero ¿qué es? ¿por qué se llama caldera?

Pablo y Topito nos lo van a contar enseguida.

En ese encuentro feliz de Pablo y Topito, Pablo le contó a Topito cómo todo en la naturaleza tenía una misión, cómo unos animalitos alimentaban a otros, cómo las abejas comen de las flores y las flores comen de unos bichitos pequeñitos, pequeñísimos, que viven por debajo del suelo. Y le comentaba cómo las flores alimentan al aire, y gracias al aire viven las lombrices, y los pájaros, y los topos, y hasta los niños.

Pero no todo era alegría en Pablo, porque estaba perdido, aunque era tan buena persona que era incapaz de decírselo al topo, por no disgustarlo. Caminaban juntos mientras hablaban, y Pablo miraba para todos lados, como buscando algo… ¿Qué sería?

Siguieron hablando y hablando hasta que casi se hizo de noche y el topo ya estaba pensando hacerse un agujero, y ¡súpita!, a dormir, pero ¿y Pablo? ¿Dónde dormiría Pablo? Porque era muy grande para dormir en uno de los agujeros que hacía Topo, creo que su barriga era de la talla grande.

Fue cuando Topito encontró su misión en la vida, le indicó: Pablo, ¿por qué no duermes tú en la Cueva del Refugio?

Genial,
dijo Pablo, eso es lo que estaba buscando, un sitio para dormir. Yo vine a explorar este campo para hacer felices a los niños de mi pueblo, para que pudieran venir a disfrutarlo como lo haces tú, o los conejos salvajes, o los cernícalos, para que no se pierdan, pero no conozco los nombres de los sitios.

Topo nunca se había sentido tan feliz, quizá no lo había sido nunca.

Buenos días, buenos días, se dijeron Pablo y Topito a la mañana siguiente. ¡Qué sueño! dijo Topito, mientras se estiraba y se quitaba la tierra de las orejas.

Y mientras se preparaban para desayunar y quizá luego despedirse, Topito hizo una propuesta: Pablo, yo quiero ayudarte a buscar los nombres de los lugares, para que luego puedan venir los niños de tu pueblo a visitarme, para que los pinos no estén tan solos, siempre callados, solos, parece que están esperando a que vengan a jugar a su alrededor.

Qué bonito,
decía la caldera, tiene forma de caldero, con paredes que no se terminan nunca aunque des millones de vueltas alrededor.

Y el camino terminó la historia casi llorando, porque él mismo sintió pasar a Pablo y a su amigo minero muchas veces, de un lado a otro de sus hombros, buscando nombres a los que llamó topónimos ¡Qué raro! ¡Qué parecido con el nombre de su amigo!
Eran los nombres que hoy los niños del pueblo de Fasnia y de todo el mundo conocen y que son como luces, para no perderse.

Y agradecidos porque ya el camino, la fuente y la caldera tenían sus propios nombres se despidieron para seguir cumpliendo su función en la naturaleza, ahora más satisfechos porque vieron que cada uno tenía su propia gran importancia.

Y, como dirían los duendes del país de la fantasía, ¡colorín colorado, este cuento se ha acabado!













La Zarza, a 2 de abril de 2011
Texto: Juan Antonio Jorge Peraza
Ilustraciones: Isabel Jorge Martín (8 años)