Actividad de rescate etnográfico que muestra cómo se circulaba por los caminos y senderos de Canarias hasta mediados del siglo XX. Se realiza con más de cincuenta personajes que muestran distintos oficios y actividades actualmente en desuso. Para ello se incorporan enseres, aperos de labranza, animales de carga, ataviados con la ropa habitual en la época representada. Se realizan tres escenificaciones iguales el mismo día, cada una en tres municipios diferentes. Al finalizar la última escenificación, en el Mercadillo del Agricultor de Santiago del Teide se representa el Trueque, que supone el intercambio de mercancías sin mediación de dinero, algo habitual en esa época.
Volvemos a pasar la cumbre
Con esta actividad de rescate etnográfico podemos ver cómo nuestras generaciones pasadas dibujaron su red de senderos en el territorio, buscando la forma de vivir y desarrollarse en un entorno a veces difícil. El vulcanismo reciente, las sequías, son múltiples las características de estas islas que han condicionado a sus habitantes, por lo que se ha ido conformando un carácter emprendedor, austero y a la vez receptivo y amable.
Un exponente de ese trasiego de personas, animales, aperos de labranza, relaciones comerciales sin mediación de dinero, la vinculación a los ciclos agrícolas, ganaderos, apícolas, pesqueros, etc, tiene lugar cada año, desde hace siete, en los Municipios de Garachico, El Tanque y Santiago del Teide.
Hemos pasado la Cumbre un año más, con el mismo entusiasmo y respeto por las personas, animales, por el espacio físico, por los sentimientos, de quienes la han pasado durante siglos. En cada época de una manera, en diferentes condiciones, pero siempre con la inquietud de desarollarse, de compartir, de crear. Esta actividad es un homenaje a todo ello. Cada vez se nos incorpora más gente menuda y ya lo viven con el respeto que merecen quienes reciben este reconocimiento; esa incorporación es el mejor homenaje, porque significa que estamos transimitiendo a nuestros sucedores los valores culturales que nos definen, les estamos marcando un rumbo, quizá esa es nuestra principal misión como padres y madres, guiarles hasta que puedan alumbrarse con su propia luz.
Con esta actividad de rescate etnográfico podemos ver cómo nuestras generaciones pasadas dibujaron su red de senderos en el territorio, buscando la forma de vivir y desarrollarse en un entorno a veces difícil. El vulcanismo reciente, las sequías, son múltiples las características de estas islas que han condicionado a sus habitantes, por lo que se ha ido conformando un carácter emprendedor, austero y a la vez receptivo y amable.
Un exponente de ese trasiego de personas, animales, aperos de labranza, relaciones comerciales sin mediación de dinero, la vinculación a los ciclos agrícolas, ganaderos, apícolas, pesqueros, etc, tiene lugar cada año, desde hace siete, en los Municipios de Garachico, El Tanque y Santiago del Teide.
Hemos pasado la Cumbre un año más, con el mismo entusiasmo y respeto por las personas, animales, por el espacio físico, por los sentimientos, de quienes la han pasado durante siglos. En cada época de una manera, en diferentes condiciones, pero siempre con la inquietud de desarollarse, de compartir, de crear. Esta actividad es un homenaje a todo ello. Cada vez se nos incorpora más gente menuda y ya lo viven con el respeto que merecen quienes reciben este reconocimiento; esa incorporación es el mejor homenaje, porque significa que estamos transimitiendo a nuestros sucedores los valores culturales que nos definen, les estamos marcando un rumbo, quizá esa es nuestra principal misión como padres y madres, guiarles hasta que puedan alumbrarse con su propia luz.
En Santiago del Teide, el 30 de octubre de 2011
Juan Antonio Jorge Peraza
Juan Antonio Jorge Peraza