Recuerdo para un entrañable antropólogo y magnífica persona: Fernando Estévez González, 
"Otra forma de vivir los claustros: su quietud, sus formas, sus renglones inconclusos. Veo a Nando Estévez en los espacios que sólo el tiempo mirase. Siento su atención deleitándose en el detalle, escudriñando los giros, la mirada de las gárgolas, los ajimeces, las ventanas, su ternura y su sonrisa. 
Siento al archipiélago náufrago de una pluma prodigiosa. La identidad, el patrimonio, el futuro, las huellas, lo material, lo intangible...crujen de dolor como las vigas y los velos, como lo hacen el folclore y la esencia de lo cotidiano.
Siento a Nando en los bríos que estas islas necesitan, en la obligada fusión de lo antiguo y de lo inmediato, en la coherencia que cada ser ha de poner en sus decisiones. Lo siento en la firmeza que hace rotunda y real la necesidad de la utopía." Gracias, Maestro!