Encuentros intergeneracionales "Asomadas al Ere" (Guía de Isora, Arico y Santa Úrsula)



"Asomadas al Ere"

La transformación actual del territorio, que inexorablemente incide en los municipios eminentemente rurales como todavía lo es Villa de Arico, entre otros, va dando paso hacia otras fórmulas ya implantadas en el entorno insular. No se puede renunciar a la pretensión de que esta evolución se produzca de la manera más armoniosa y coherente que seamos capaces de desarrollar, buscando estrategias que garanticen la pervivencia de usos y costumbres que, aún en convivencia con los nuevos ejes socioeconómicos, ayuden al mantenimiento del espacio y del equilibrio social, persiguiendo como objetivo final el desarrollo sostenible y armónico con el medio natural.

Los encuentros de expertos que hemos impulsado en diversos lugares (Guía de Isora, Arico y Santa Úrsula), que llevan por título “Asomadas al Ere”, consisten en la puesta en común de las propuestas y percepciones entre grupos de personas que han adquirido sus conocimientos del uso del territorio a través de la transmisión oral o de su propia experiencia personal, que dialogan con otras cuya percepción del uso del espacio proviene del estudio y análisis que propicia el rigor científico. Se convoca a mujeres y hombres, a jóvenes y mayores, a “sabios de la tierra”, a científicos y técnicos, de modo que tengan presencia las percepciones de personas representativas de distintas condiciones y visiones dentro de las comunidades, fomentando el encuentro intergeneracional y de género en el estudio y debate sobre el desarrollo de los entornos rurales.

El encuentro de estos colectivos se ha pretendido que tenga carácter de consultivo, de hecho los consideramos un “Consejo Consultivo”. A través de mesas de trabajo con sus respectivos moderadores, se tratan diversos aspectos relacionados con el aprovechamiento de los recursos, fórmulas de convivencia sociedad-espacio físico, resolución de conflictos, tradiciones, usos y costumbres, evolución y asimilación de nuevas tendencias, etc. De estos sustanciosos encuentros se podrían derivar fórmulas que ayuden al diseño de un desarrollo ordenado del entramado socioeconómico de los municipios, no sólo en su planeamiento, sino en las políticas sociales y estrategias de desarrollo comunitario que faciliten la armonía entre un territorio abocado a numerosos cambios y una sociedad que será la encargada de mantener las líneas básicas de sostenibilidad, progreso y afianzamiento de los rasgos de identidad local.

Es importante el objetivo de contribuir al rescate y revalorización de modos tradicionales de intervención utilizados en épocas no muy lejanas pero en rápida desaparición, que mantenían un sano equilibrio entre el ser humano y el medio físico y que pueden servir para contrarrestar la imposición de un sistema socioeconómico y cultural que fomenta como “valores” el consumismo, hábitos egoístas en la vida social o la infravaloración del medio natural.

Dada la similitud entre las características de toda la sociedad sureña hasta hace varias décadas, en las “asomadas” se tiene en cuenta la opinión de personas cuya experiencia y conocimiento hayan sido adquiridos en diversos municipios, pero que precisamente por haber sufrido rápidos y bruscos cambios en su entorno más cercano, bien podrían ofrecer su experiencia para también aprender de errores y acciones desarrolladas en esos diversos lugares de la isla.

A los debates pueden asistir personas interesadas, pero como observadoras de las reflexiones y el diálogo entre los contertulios, para dar coherencia a la filosofía de las “Asomadas al Ere” en tanto que encuentro de expertos con carácter consultivo.

El trabajo de cada mesa es grabado con medios audiovisuales para su posterior divulgación y garantizar con ello la transmisión de conocimientos, especialmente dando valor a la “transmisión oral” como recurso para el aprovechamiento de la experiencia y el saber popular para la gestión del territorio, ayudando consiguientemente en el progreso y bienestar de la sociedad. La percepción de esta experiencia por parte de los participantes y asistentes ha sido muy buena, demostrada en la expectación que las mesas han creado entre los distintos públicos presentes, al ser una práctica que, aún siendo ancestral y procedente de las usuales conversaciones entre familiares de distintas generaciones, o los típicos “mentideros” (encuentros no programados de personas en la calle para hablar), actualmente está cada vez más en desuso.

Estos talleres revalorizan formas de encuentro familiar y social en general, para transmitir usos y costumbres que, en definitiva, son las señas de identidad que definen y conforman a los pueblos.


En Arico, 29 de diciembre de 2008
Juan Antonio Jorge Peraza